Por: Guillermo Urdapilleta -A principios de julio fuimos sorprendidos con Un-American Activities , el álbum número once en la discografía de la talentosísima Molly Nilsson , productora y artista musical nacida en Suecia pero con un corazón alemán (y del mundo), cuya música siempre lleva una dosis contestataria. Por supuesto, al enterarme de dicho lanzamiento corrí a buscarlo online y me encontré con una portada que me hizo decir “¿qué carajos?”, pues jamás había usado colores distintos al blanco y negro, además de ser ella quien aparece con ese cintillo de censura en los ojos, lo que me sin duda aumentó mi curiosidad. Ya cuando le di play, una, dos, tres y más veces, me sentí hipnotizado por lo grandioso que es, a pesar de que tan solo dura media horita. Haré una pequeña pausa para platicarles parte del contexto que envolvió la creación de Un-American Activities , y es que el título no es de a gratis, pues la Nilsson lo compuso durante una residencia en el gabacho, la cual hizo en l
Cosas que no vienen al caso
Retomando el perdido arte de reseñar discos.