Por: Jairo Guerrero -Qué pasa si juntas un miembro de Napalm Death y de Head of David con G. C. Green ? Un aquelarre industrial. Es lo que pasó cuando Justin Broadrick and G. C. Green se unieron en 1988 para dar vida a GodFlesh , una banda que aunque mezcló riffs de metal y toda la alcurnia de grindcore inglés, se mantuvo sonoramente dentro del mundo tecnológico usando sin miedo las máquinas de ritmos y la tecnología a su alcance, para hacer su música, la cual resultaría ser la una de las piedras angulares del metal industrial. El álbum que te reseño en esta oportunidad, es su álbum homónimo que además fue se debut de 1988. GodFlesh , un trabajo mecánico, pesado, disonante, nihilista, agresivo y por supuesto lleno de violencia. Un disco que puso a Birmingham (de donde son originarios), en el mapa de los sonidos electrónicos agresivos y vanguardistas para continuar con el legado de bandas como Black Sabbath y Judas Priest , solo que ahora con un lenguaje binario integrado a su abe
Retomando el perdido arte de reseñar discos.