Por: Iván Cigarroa -Para que un álbum como Elephant sea considerado uno de los más importantes en la historia de la música debe haber muchas razones. Casi ninguna debe ser cierta, sobre todo si así lo dicta la prensa sensacionalista, pero hay una verdad: hay un sonido crudo y sucio que circunda en toda esta producción, aunado al minimalismo matemático que impera en general, casi de forma conceptual, que lo hace simplemente encantador. Ahora, a 20 años de distancia, Elephant se erige como un documento sonoro que no deja de sonar vigente, a pesar del paso del tiempo y los embates de los nuevos géneros circundantes. Quizá es esa coyuntura en la que se ve inmerso, conforme pasan los años, lo que lo hace tan valioso en nuestros días. Y es que por igual, de principio a fin, durante los 14 perfiles que conforman el cuarto álbum de The White Stripes , el hilo conductor en cada uno de ellos está en las guitarras y bajos de Jack White , en las baterías de Meg White , y en las letras introspect
Retomando el perdido arte de reseñar discos.