Por: Álvaro Fong -Para quienes estamos casi a punto de convertirnos en boomers y dejar de ser chavorrucos, existió un momento glorioso en la historia del heavy rock en que la radio estaba inundada de ese tipo de bandas, y aunque como decía George Lynch , guitarrista de Dokken : “lo único que hacíamos era inventar un compás de cuatro tiempos y repetirlo hasta el cansancio”, de esa época salieron discos fabulosos y bandas igual. Para aquellos que extrañamos las mejores épocas de grupos como Aerosmith, Def Leppard, Whitesnake y Van Halen en primera línea y White Lion, Poison y Winger en segunda línea, en Escandinavia hay un movimiento que ahora le llaman sleaze rock, que no es otra cosa que el rescate del glam metal legendario, y que nos da a los casi boomers muchas razones para ser felices. Y es así como existen bandas que sacan discos de esa música ahora muy predecible, pero tan bonita. Grupos como Reckless Love, Gotthard, Crashdïet y de quien hablaremos hoy: Crazy Lixx . Su nuevo d
Retomando el perdido arte de reseñar discos.