Lo maravilloso de Blackstar es que siempre podrás escucharlo y encontrar algo nuevo.
Día 263 de #EscucharUnDiscoDiario #PorqueLaMusicaImporta #366Discos
David Bowie - Blackstar
2016 / Sony Music
Las estructuras complejas de Blackstar; el art rock puro y duro en Lazzarus; la voz ronca como instrumento principal en I Can't Give Everything Away; la potente batería en 'Tis A pity She Was A Whore; o la profundidad jazzística de Sue (Or in a Season of Crime), es lo que hace este disco tan valioso para la década pasada, tal vez más que The Next Day, eso el tiempo lo dirá.
Nada que diga de David Bowie no se ha escrito antes. Todo el mundo especializado en música ha resaltado con justicia y admiración, cada trabajo realizado por el músico que la BBC catalogó como el mejor artista de entretenimiento de 2020, por encima de Charles Chaplin, Marilyn Monroe o Billie Holiday.
Su último disco es, como lo mantuvo durante toda su carrera, una experimentación constante, con una línea de trabajo muy bien definida, y sin dejarse llevar por las tendencias actuales (a excepción de trabajos como Let's Dance o Earthling). Fue una excelente forma de respetar sus principios en una etapa en que el cáncer de hígado persistía en abarcar todo su ser. Pero hasta eso, esa maldita enfermedad esperó pacientemente a que terminara lo que sería su último álbum de estudio en vida.
Y después de lamentar su muerte, Blackstar posee un sonido que, si bien permanece con el sello de don David Robert Jones, se percibe distinto a otros. Por lo menos en la última etapa, tiene mucho de Heathen, pero con elementos de jazz y art rock. Es su disco más oscuro en mucho tiempo, la prueba fehaciente de ello se encuentra en el primer sencillo Blackstar, de casi 10 minutos de duración.
Pero hay más. Se inspiró en discos recientes de Death Grips o Boards Of Canada y Kendrik Lamar, y si escuchas correctamente, encontrarás elementos de ellos en las siete canciones que conforman el disco. Ahora, todo eso viene diluido dentro del jazz y art rock que incorporó, no te frustres si no notas a los artistas de arriba, lo maravilloso de Blackstar es que siempre podrás escucharlo y encontrar algo nuevo.
Su último disco es, como lo mantuvo durante toda su carrera, una experimentación constante, con una línea de trabajo muy bien definida, y sin dejarse llevar por las tendencias actuales (a excepción de trabajos como Let's Dance o Earthling). Fue una excelente forma de respetar sus principios en una etapa en que el cáncer de hígado persistía en abarcar todo su ser. Pero hasta eso, esa maldita enfermedad esperó pacientemente a que terminara lo que sería su último álbum de estudio en vida.
Y después de lamentar su muerte, Blackstar posee un sonido que, si bien permanece con el sello de don David Robert Jones, se percibe distinto a otros. Por lo menos en la última etapa, tiene mucho de Heathen, pero con elementos de jazz y art rock. Es su disco más oscuro en mucho tiempo, la prueba fehaciente de ello se encuentra en el primer sencillo Blackstar, de casi 10 minutos de duración.
Pero hay más. Se inspiró en discos recientes de Death Grips o Boards Of Canada y Kendrik Lamar, y si escuchas correctamente, encontrarás elementos de ellos en las siete canciones que conforman el disco. Ahora, todo eso viene diluido dentro del jazz y art rock que incorporó, no te frustres si no notas a los artistas de arriba, lo maravilloso de Blackstar es que siempre podrás escucharlo y encontrar algo nuevo.
Las estructuras complejas de Blackstar; el art rock puro y duro en Lazzarus; la voz ronca como instrumento principal en I Can't Give Everything Away; la potente batería en 'Tis A pity She Was A Whore; o la profundidad jazzística de Sue (Or in a Season of Crime), es lo que hace este disco tan valioso para la década pasada, tal vez más que The Next Day, eso el tiempo lo dirá.
Con colaboraciones de su mano derecha, Tony Visconti, Mark Giuliana de la banda Beat Music y el mismo James Murphy de LCD Soundsystem, Blackstar cierra un capítulo rico en propuesta, rock y mucha experimentación en la vida de David Bowie. Permanece su discografía para ser escuchada, analizada y sobre todo, disfrutada. Sin duda un verdadero artista en toda la extensión de la palabra.
Comentarios
Publicar un comentario