-Para gusto de quien esto escribe, Threshold es y será una de las bandas más interesantes del metal progresivo. Esto es porque son los únicos en presentar una música de fusión muy particular. Ellos son quienes se han atrevido a mezclar la nitidez del sonido de Queensrÿche, la musicalidad de Dream Theater y una voz popera estilo Foreigner. El resultado es hermoso siempre.
Con este su nuevo disco de estudio, titulado Dividing Lines, los oriundos de Surrey, Inglaterra, demuestran una vez más que la pesadez no está peleada con la elegancia. Una banda como pocas, una banda de culto, una banda para seguirla minuciosamente. Ya en el pasado nos han entregado discos preciosos como Subsurface, March of Progress y Dead Reckoning. Y aunque hay que reconocer que lo que se escucha en este nuevo álbum no difiere demasiado de sus obras anteriores, es bueno saber que la banda se encuentra en un momento saludable: dominan a la perfección su estilo y su momento creativo está dedicado a la búsqueda de buenas melodías que podrán encajar dentro de su estilo de guitarras pesadas, teclados rimbombantes setenteros y vocalizaciones radiables.
Un disco con algunos sencillos: The Domino Effect tiene en 11 minutos el poder de cautivar con su mezcla de medio tiempo progresivo y balada rockera. Let It Burn es un bello corte que junta momentos épicos con su lado más rockero con una letra ecológica. Complex retoma el sonido de sus mejores temas en álbumes anteriores, pero aún así suena atractivo. Defence Condition es el perfecto cierre que nos muestra la capacidad del grupo de dejarse llevar por sus instintos.
Dividing Lines es un álbum excelso realizado por una banda que tiene personalidad, que si bien es normal que se le encasille en el subgénero del metal progresivo, tiene un sonido único que atrae tanto a fanáticos de grupos más pesados como Between the Buried and Me como artistas mucho más accesibles como Journey. Threshold tiene esa magia. No importa que hayan sufrido muchos cambios de integrantes, pues sus creadores, el guitarrista Karl Groom y el tecladista Richard West se han mantenido fieles a su estilo, confiando en que hay “algo” que los hace diferentes, y todo parece indicar, que después de muchos años, los melómanos los empiezan a considerar en serio.
¿Qué hay en la mente de estos dos hombres, que con la ayuda de Glynn Morgan en la voz, Johanne James en la batería y Steve Anderson en el bajo, han creado una propuesta musical verdaderamente sólida? Creo firmemente que el secreto es que no se han escuchado a nadie más que a ellos mismos, pues si somos sinceros, el pensar en una mezcla de metal progresivo con una voz realmente pop, no suena nada atractiva para un sello como Nuclear Blast. Pero helos aquí.
Talento por donde los escuches, canciones que superan los 10 minutos y que se transforman en verdaderas piezas de arte. ¿Por qué nunca los hemos visto en el continente americano? Tuve la oportunidad de entrevistarlos hace unos años en la promoción de su disco The March of Progress y comentaban que ellos se han limitado al mercado europeo porque de este lado del mundo parece que no los toman en serio. ¿Será este disco su oportunidad para salir de Europa? Ojalá sí, pero mientras tanto, seguirán siendo mi gran secreto.
Theshold - Dividing Lines
Nuclear Blast / 2022
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