Por: Iván Cigarroa
-Todos sabemos que Björk se aburre rápido. Es la razón por la que no acostumbra repetir el sonido entre un disco y otro. Volta no suena igual a Homogenic ni Medúlla igual a Biophilia. Así que para Fossora buscó renovarse a sí misma de manera que el discurso lírico y sonoro fueran diferentes a lo que había hecho anteriormente. El resultado es radicalmente opuesto a lo que ha hecho anteriormente, pero hay algo que no cambia y que quizá siga siendo su sello característico por lo cual, aunque cambie, realmente no cambia: la voz.
Sabiendo esto, la ex Sugar Cubes mantiene un ritmo distinto en esta nueva producción, buscando crear un balance entre la música clásica y la actual. En esta colaboraron con ella sus hijas Sindri e Ísadóra, el músico neoyorkino SerpentWithFeet, el dúo de música dance Gabber Modus Operandi y el sexteto de clarinete bajo Murmuri. Todos ellos permearon en la música de Björk Guðmundsdóttir, quien tenía claro lo que quería lograr en Fossora.
Por ejemplo, la polémica percusión en Atopos, que muchos consideraron que está muy influenciada por el reggaetón. Ella asegura que su interés radicó en incorporar el afrobeat a los instrumentos clásicos que empleaba en ese momento. Pero la intención cruda, básica, fue fusionar todos esos ritmos en busca de crear algo nuevo, así que más allá del escándalo, la razón fundamental fue la experimentación. Probablemente no se entienda esto en el momento, pero igual pasó con el tema Virus del álbum Biophilia.
Líricamente, el disco está inspirado -en parte- en la muerte de su madre, pero también en otras experiencias personales que tuvo durante la pandemia por el Covid-19, que al estar encerrado dio rienda suelta a la creatividad. La incorporación de las vivencias que salen a flote derivado del encierro le da más cuerpo a esta producción. Creo que nadie esperaba algo así, es un disco atípico en ella para quienes esperaban algo repetitivo, que se fuera a la segura, pero olvidan algo: es Björk.
Si bien hay ciertos coros que recuerdan a Medúlla, no es esa la dirección que tomó en esta ocasión. Los dos discos anteriores, muy cercanos al ambient, seguramente le dieron la pauta a volver al ruedo con sonidos más variados. Desde Volta no había lanzado un álbum tan ecléctico, y aún con toda la variedad de sonidos, este no lo es tanto. La muestra se encuentra en Ancestress, Victimhood, Her Mother's House, Freefall, Mycelia y quizá la contundencia se encuentra Atopos y Ovule.
Es importante que Björk no se mantenga igual entre un disco y otro. Y aunque hay momentos en que parece irse de lleno a lo clásico, los beats y las colaboraciones le hacen retomar el camino trazado para esta producción. Si no te gustó Atopos escucha el disco completo, dale una oportunidad, pero considera que tal vez estarías dejándola ir. Arca no tuvo nada qué ver en el resultado final.
Björk - Fossora
One Little Indian / 2022
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