Por: Iván Cigarroa
-A 30 años de su lanzamiento, Wish me sigue pareciendo uno de los álbumes más completos de The Cure. Si hubiera qué seleccionar un top 5 de sus mejores discos, este estaría ahí por detalles tan destacables y finos que lo hacen disfrutable de principio a fin.
Desde la producción, muy distinta a la que hicieron en discos como Kiss Me, Kiss Me, Kiss Me o Disintegration; el cambio de sonido, más orientado al shoegaze y al alternativo que comenzaba a despuntar con bandas como Pixies o Nirvana; o los 12 temas que conforman este álbum, que a pesar de seguir siendo piezas pop varias duraban más de cinco minutos. Vaya, hasta el peinado de Robert Smith cambió un poco.
Esos son detalles que al momento de escuchar su novena producción, se aprecia en todo momento una nueva dirección musical y las ganas de no encasillarse en el sonido gótico de Disintegration que los encumbró o apenas tres años atrás.
Inspirado por el shoegaze de My Bloody Valentine, Smith buscó asemejar ese sonido pero sin perder su esencia. De ahí que canciones como Open, Cut, From The Edge Of The Deep Green Sea o End suenen más pesadas; pero también hubo oportunidad de decirle a los fans de antaño "aguanten, seguimos siendo los mismos" en perfiles como High, To Wish Impossible Things, Doing The Unstuck, Wendy Time o la más conocida: Friday I'm In Love; pero también, con el arrastre del disco anterior, incluyeron ese estilo A Letter To Elise, Trust o Apart.
En cuanto a letras, la mayoría de las canciones retratan la etapa de excesos de Smith una vez que comenzó a ser una figura exitosa. Se cuestiona su lugar en la industria, mismo que siempre le resultó incómodo y lo expresa en Open desde el inicio: "en verdad no se qué estoy haciendo aquí, debería estar en cama ahora mismo". Esa vida disparatada que implica estar sobre el jet set y que muchos de nosotros quisiéramos tener, Smith la crítica por no ser lo que se piensa. También hay espacio para la reflexion, optimismo, amor y juegos de palabras. Fue una etapa renovadora para la banda, con un Robert Smith como hombre de familia.
Además, la salida del tecladista Roger O'Donell por problemas con otros miembros de The Cure, provocó que se redujera considerablemente el uso de ese instrumento, dando más peso a las guitarras, justo como Smith buscaba al verse influenciado por Loveless de My Bloody Valentine y, sin que fuera la intención, mantuviera la coherencia que marcaba el rock alternativo de ese momento.
Era una época en que la banda marcó una diferencia con otras de su generación como Siouxsie & The Banshees o Joy Division, con una tendencia más marcada hacia el pop y rock, pero también con la apertura para acoplarse a nuevos ritmos, como lo dejaron ver en Mixed Up.
También fue la época en que vinieron a México por primera vez. Sólo visitaron Monterrey y no Ciudad de México, fue un sueño imposible verlos cuando solo tenía 14 años de edad, pero siempre disfruté sus discos en vivo e imaginaba que estaba ahí. Hasta 2004 mi deseo se hizo realidad. Desear cosas imposibles, por primera vez, me llevó a momentos como ese; o a este que estás leyendo ahora mismo: mi reseña número 500. Gracias por llegar hasta acá.
The Cure - Wish
Fiction / 1992
Es buen disco, no lo voy a negar pero un Gran cambió de una especie a otra es como cunado comes azúcar y zaz cambias a una cucharada de sal así es este material que tienes que entrarles con otra perspectiva y le agarrás el gusto
ResponderBorrarLdM
Para mí es un disco genial, único con un sonido que no pierde vigencia...
ResponderBorrarA mi me gusta mucho el Wish, para mi el mejor de la Cura.
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