En cada tema, Rumia se dedicó a exprimir hasta la última gota de talento y lograr un sonido impecable.
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Rumia - Reborn
Rumia es Blanca Pereira, hispano portuguesa, y quizá por esa última descendencia es que me recuerda a personalidades como la actriz y cantante María de Medeiros, o Teresa Salgueiro, ex vocalista de Madredeus; que de alguna forma han sabido llegar al público latino sin que necesariamente el idioma con el que se comuniquen sea el anglo. Y afincada en Berlín es desde donde nos trae una propuesta fina, tanto como el pop se lo permite, obteniendo excelentes resultados.
No, no hablo de un pop dance que, con tantita suerte, podría para nada sonar genérico. Me refiero a ese pop que va más allá y rebusca en sus mismas raíces. Ese al cual nos decantamos preferentemente sin denostar al otro. El que nos gusta por no ser pretensioso y al contrario, tiende a ser propositivo.
Rumia se arriesga con un EP de cinco canciones que, track a track, me indica que sí, quiere comerse al mundo. Pero contrario a muchos, primero quiere aprender a comer correctamente para evitar una grave digestión. Así que la propuesta que traigo hoy es como el rock: una que no está de moda, pero que no demerita la calidad que en cada tema se dedicó a exprimir hasta la última gota de talento y lograr el sonido impecable y elegante que quedó implícito en esta producción.
Se trata de cinco temas que produjo Manuel Colmenero, conocido en España por haber trabajado los primeros tres discos de Vetusta Morla. Es innegable la calidad de Rumia como intérprete y compositora, hay mucho amor en su música y mensajes.
En un pop fino, pero de estructuras sencillas y que no pasa de los 20 minutos de duración. Una pieza es corta e instrumental, Playing God, de ahí en fuera Lying In Bed, Hurt, Reborn y No One Is Going Out son maravillosas muestras de que se puede ir más allá de lo que escuchamos normalmente, ser fresco y ofrecer música interesante.
Es agradable descubrir música nueva, no me cansaré de decirlo: abre perspectivas, ofrece nuevas posibilidades y sobre todo, la posibilidad llegar a un nuevo público. Se nota a la distancia que Rumia quiere sobresalir en esta escena de una vez por todas. Sabemos lo difícil que es este proceso, pero sin duda lo hará. Tarde o temprano. Lo juro.
No, no hablo de un pop dance que, con tantita suerte, podría para nada sonar genérico. Me refiero a ese pop que va más allá y rebusca en sus mismas raíces. Ese al cual nos decantamos preferentemente sin denostar al otro. El que nos gusta por no ser pretensioso y al contrario, tiende a ser propositivo.
Rumia se arriesga con un EP de cinco canciones que, track a track, me indica que sí, quiere comerse al mundo. Pero contrario a muchos, primero quiere aprender a comer correctamente para evitar una grave digestión. Así que la propuesta que traigo hoy es como el rock: una que no está de moda, pero que no demerita la calidad que en cada tema se dedicó a exprimir hasta la última gota de talento y lograr el sonido impecable y elegante que quedó implícito en esta producción.
Se trata de cinco temas que produjo Manuel Colmenero, conocido en España por haber trabajado los primeros tres discos de Vetusta Morla. Es innegable la calidad de Rumia como intérprete y compositora, hay mucho amor en su música y mensajes.
En un pop fino, pero de estructuras sencillas y que no pasa de los 20 minutos de duración. Una pieza es corta e instrumental, Playing God, de ahí en fuera Lying In Bed, Hurt, Reborn y No One Is Going Out son maravillosas muestras de que se puede ir más allá de lo que escuchamos normalmente, ser fresco y ofrecer música interesante.
Es agradable descubrir música nueva, no me cansaré de decirlo: abre perspectivas, ofrece nuevas posibilidades y sobre todo, la posibilidad llegar a un nuevo público. Se nota a la distancia que Rumia quiere sobresalir en esta escena de una vez por todas. Sabemos lo difícil que es este proceso, pero sin duda lo hará. Tarde o temprano. Lo juro.
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