Un verdadero viaje lleno de potencia, velocidad y mucha contundencia. Se notaban las ganas de sobresalir y comerse al mundo.
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Static-X - Wisconsin Death Trip
1999 / Warner Bros
Poderoso disco de principio a fin, grabado y lanzado en una época en que el rock y/o el metal industrial tenía mayor auge y recepción: eran los días en que Nine Inch Nails, Ministry, Marilyn Manson o Fear Factory sonaban en todos lados. Static-X parecía el más joven del barrio, pero tenía una fuerza tal, que se igualaba con las bandas mencionadas.
Todo estaba en la cavernosa y potente voz de Wayne Static, los beats y programaciones alucinantes y una batería que jamás fue sampleada: fue grabada como si lo fuera; y eso le daba mucho mayor énfasis a sus producciones, pero en este, su álbum debut, sin duda fue una verdadera referencia que identificaba el sonido de Static-X.
Y gracias a ello resaltaron en la época, llamando la atención de Ozzy Osbourne, quien los invitó inmediatamente a participar en el Ozzfest, siendo uno de los actos más destacados en el mismo año en que el disco fue lanzado. Esto solo sucedió con otra banda: System Of A Down, y en los dos casos fueron grandes presentaciones.
Así, Wisconsin Death Trip (título inspirado en la novela de Michael Lesy de 1973), es un verdadero viaje que tiene variedad, potencia, velocidad y mucha contundencia. Se notaban las ganas de sobresalir y comerse al mundo. Lo lograron, pero tal vez después ya nada fue igual.
Piezas como Stem, December, Love Dump, I Am o The Trance Is The Motion tienen toda la fuerza para sonar en vivo o armar el slam (uno que tal vez ya no sea posible realizar para mantener la sana distancia en los conciertos), pero quizá los sencillos Bled for Days, Push It o I'm With Stupid son las más representativas de esta producción.
Vinieron otros discos que adornaron la década de los 2000, algunos más afortunados que otros, pero por más que busquen remplazar a Wayne Static, quien murió en 2014, no podrán igualar su poderosa voz, que pasará a la historia con un disco tan potente como este.
Poderoso disco de principio a fin, grabado y lanzado en una época en que el rock y/o el metal industrial tenía mayor auge y recepción: eran los días en que Nine Inch Nails, Ministry, Marilyn Manson o Fear Factory sonaban en todos lados. Static-X parecía el más joven del barrio, pero tenía una fuerza tal, que se igualaba con las bandas mencionadas.
Todo estaba en la cavernosa y potente voz de Wayne Static, los beats y programaciones alucinantes y una batería que jamás fue sampleada: fue grabada como si lo fuera; y eso le daba mucho mayor énfasis a sus producciones, pero en este, su álbum debut, sin duda fue una verdadera referencia que identificaba el sonido de Static-X.
Y gracias a ello resaltaron en la época, llamando la atención de Ozzy Osbourne, quien los invitó inmediatamente a participar en el Ozzfest, siendo uno de los actos más destacados en el mismo año en que el disco fue lanzado. Esto solo sucedió con otra banda: System Of A Down, y en los dos casos fueron grandes presentaciones.
Así, Wisconsin Death Trip (título inspirado en la novela de Michael Lesy de 1973), es un verdadero viaje que tiene variedad, potencia, velocidad y mucha contundencia. Se notaban las ganas de sobresalir y comerse al mundo. Lo lograron, pero tal vez después ya nada fue igual.
Piezas como Stem, December, Love Dump, I Am o The Trance Is The Motion tienen toda la fuerza para sonar en vivo o armar el slam (uno que tal vez ya no sea posible realizar para mantener la sana distancia en los conciertos), pero quizá los sencillos Bled for Days, Push It o I'm With Stupid son las más representativas de esta producción.
Vinieron otros discos que adornaron la década de los 2000, algunos más afortunados que otros, pero por más que busquen remplazar a Wayne Static, quien murió en 2014, no podrán igualar su poderosa voz, que pasará a la historia con un disco tan potente como este.
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