Nunca un disco de Coldplay había incluido canciones que sonaran tan distintas entre sí. Y es maravilloso que así sea.
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Coldplay - Everyday Life2019 / Warner Music
Y mientras en Ghoststories (2014) predominaba la tristeza tras el divorcio del vocalista Chris Martin, A Head Full Of Dreams (2015) mostraba a una banda celebrando la vida; pero en esta ocasión se decantaron por fusionar esos lados, entendiendo que los diferentes sentimientos pueden coexistir dentro de un ente, en este caso Coldplay.
Por eso Everyday Life tiene dos lados como un acetato, Sunrise y Sunset, y si bien esta producción es en esencia doble, viene incluido todo en un solo CD. Podría hablarse de un álbum conceptual, aunque no necesariamente lo es. El hecho de que sean 16 canciones -demasiadas en tiempos del single- obedece a que pasaron cuatro años de ausencia discográfica, era necesario entregar algo más que 8 temas.
En este disco cada canción destaca por sí misma al conformar una paleta de sonidos para cada tema. Por eso encontrarás algo de gospel en BrokEn, sonidos árabes en Arabesque, el piano en ی آدم, blues en Guns, la balada con sabor a 60s Cry Cry Cry, y las que suenan a ellos mismos: Champion Of The World y Trouble In Town.
No es un mal disco, pero difícilmente escucharás en vivo esas canciones por los siguientes años, luego de que anunciaran que no habrá gira al ser este un factor contaminante. Decisión extraña, pero dolorosa para los fans.
Mientras tanto, Everyday Life es un documento sónico hermoso, que muestra las ganas del cuarteto por seguir buscando sonidos (no necesariamente) nuevos, que les satisfagan primero a ellos, y luego a nosotros.
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