Por: Iván Cigarroa
-La
salida de Fernando Martz benefició más a la banda de lo que se pudo pensar. Y
es que tras su partida el resto de Zurdok replanteó su sonido y lo llevó a un
lugar al que pocos se permiten ir alguna vez en su carrera: al terreno de la
experimentación.
Y
no, no crean que por estar en un subsello de una disquera transnacional ya
tenían todo arreglado. Esto pudo ser contraproducente porque la empresa siempre
busca vender mediante la grabación de puros éxitos, pero los regios no pensaban
igual, aunque el resultado fue el mismo: este disco fue un trancazo.
Para
Hombre-Sintetizador, el entonces quinteto mostró influencias de bandas
inglesas como Oasis o Radiohead, olvidando por completo el sonido del disco
anterior. A pesar de experimentar con un nuevo sonido, el disco fue un completo
éxito, literalmente no se había hecho algo así en México ¿o sí?
Esta
producción se caracteriza por no tener un mismo sonido -aunque pareciera que
sí-, lo notas en temas como Abre Los Ojos con un sonido más rockero, la
densa Si Quieres Llegar Muy Lejos, la hermosa ¿Cuántos Pasos? o
el viajezote de 12 minutos que es Hombre-Sintetizador II.
Aun así, este álbum
mantiene una coherencia como pocos. Desde la portada hasta las letras, en todo
momento prevalece el existencialismo y la búsqueda de uno mismo. Hombre-Sintetizador
es, sin duda, uno de los mejores discos grabados en México y a casi 25 años de su lanzamiento, sigue sonando fresco e innovador. Las ganas de
arriesgar sin pensar en qué dirán siguen insertas ahí en todo momento.
Zurdok - Hombre-Sintetizador
Discos Manicomio / 1999
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