Por: Iván Cigarroa -Siempre que hablamos de death metal es inevitable que salga a la luz la idea de que es un género que únicamente habla de muerte y asesinatos. Es más que eso. A finales de los años 90 comenzó a gestarse un movimiento ideológico que, cobijado por este género pero con un sentido melódico, pregonaba por protestas contra la religión católica y otras formas de supresión. Arch Enemy se ha erigido como un estandarte de esa mentalidad, con canciones muy bien ejecutadas y producciones impecables, aunada a una poderosa voz fémina y gutural. Desde la incorporación de una mujer al frente, Arch Enemy ha adquirido una fuerza que ni ellos mismos imaginaron tener, un alcance más allá de la presencial escénica o la potencia misma de su sonido: el discurso es mejor digerido por el público. Deceivers es una muestra fehaciente de ello, con canciones que sí bien su fuerte se cimienta en ideologías libertarias y anti religiosas, en esta ocasión no forman parte de un concepto específico. Q...
Retomando el perdido arte de reseñar discos.