Por: Iván Cigarroa -Tiempo sin tener un álbum nuevo de Skrillex , que ahora entrega por partida doble y con tan solo un día de diferencia entre uno y otro. Quest For Fire y Don't Get Too Close son sus cartas de presentación ante una industria que ha cambiado totalmente, una escena que ya no está encumbrado como hace diez años, e incluso ante un Skrillex que no es el mismo de antes. Con un contexto tan distinto da la impresión de que el músico y DJ no la tiene fácil, quizá su única ventaja es el éxito que conserva, que lo lleva a ser conocido en la escena. Su último LP data de 2014, desapareció unos años para regresar en 2019 con un EP qué dio indicios de un nuevo sonido, y bueno, la pandemia. Ahora regresa con dos discos que apuntan a una dirección muy distinta a la que nos acostumbró al aportar para el mundo en el género dubstep. Pero ahora Skrillex se aleja de los scratches y distorsión característicos para entregarnos canciones con base en el house, pero que a partir de ahí ...
Retomando el perdido arte de reseñar discos.