Por: Iván Cigarroa -En 1999 se acabó el mundo. Mi mundo. Y el Y2K, problema informático del año 2000, no tuvo nada qué ver. Sin embargo, previo al final de mis días, hubo un amigo que me acompañó en la travesía con su álbum debut como solista. Sí, Chris Cornell terminaba su relación con Soundgarden y buscaba otros sonidos. Euphoria Morning fue su amanecer sonoro y en mi caso, el soundtrack del final de mis días. No es nada agradable terminar una relación, sobre todo cuando eres el único interesado y la otra parte no parece importarle tener las cosas al mismo nivel. Ahí es donde Euphoria Morning cobró importancia. No se si para ti, pero para mi significó todo: el apoyo de una amigo a la distancia, la posibilidad de sobrellevar la vida en ese momento... la idea de que el mundo se terminara escuchando un buen disco. El solo pensar que estaba solo y que el mundo no pasaría del 31 de diciembre me hacía pensar las peores cosas, como que esa chica solo me dio alas sin un fin aparentemente...
Retomando el perdido arte de reseñar discos.