Este disco incluye tragedias, desamores y un marcado feminismo, muy adelantado a su tiempo.
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A Perfect Circle - Mer De Noms
2000 / Virgin
Parece mucho tiempo 20 años desde la publicación de este disco, sin embargo y a pesar de cómo ha cambiado el mundo desde entonces, parece que el sonido, concepto y líricas siguen vigentes como entonces. Bien pudo salir este año y tener el mismo impacto su rock duro de atmósferas teatrales en la juventud actual. Si, a pesar de lo que hoy día se escucha.
Y lo digo con toda seguridad porque Mer De Noms es un álbum que sigue reflejando el sentir que en ese entonces Maynard James Keenan, voz de este proyecto, expresó en cada tema: tragedias, desamores y un marcado feminismo, muy adelantado a su tiempo. Todo esto se nota desde los títulos, que literalmente son un mar de nombres, la mayoría de ellos dedicados a personas que conoció.
Pero además la música de Billy Howerdel, quien compuso en su totalidad las 12 canciones, dan forma y concepto a este álbum debut que además le vino bien a Keenan, porque para ese momento su banda principal, Tool, tardaba cada vez más en lanzar algo nuevo.
Algo que cada vez más está olvidado excepto por quienes aún somos coleccionistas, es la edición en CD que está llena de detalles, haciendo el honor al nombre: hay todo un mar de palabras en distintas tipografías en todo el booklet, que van muy ad hoc con cada canción volviendo más atractiva la propuesta.
Y aunque sonaron sencillos como Judith, The Hollow o 3 Libras, hay otras poderosas razones para seguir escuchando esta producción: Rose, Breña, Magdalene, Orestes, Renholdër, Thomas o Thinking Of You.
Tristemente no hubo un disco que superara esta joya. Los siguientes dos si bien no estuvieron al nivel, le dieron continuidad a la banda. Pero el más reciente, apenas lanzado hace unos años no hace justicia en lo más mínimo, intentaron parecer 30 Seconds To Mars y eso es muy grave. Aquí queda el legado.
Y lo digo con toda seguridad porque Mer De Noms es un álbum que sigue reflejando el sentir que en ese entonces Maynard James Keenan, voz de este proyecto, expresó en cada tema: tragedias, desamores y un marcado feminismo, muy adelantado a su tiempo. Todo esto se nota desde los títulos, que literalmente son un mar de nombres, la mayoría de ellos dedicados a personas que conoció.
Pero además la música de Billy Howerdel, quien compuso en su totalidad las 12 canciones, dan forma y concepto a este álbum debut que además le vino bien a Keenan, porque para ese momento su banda principal, Tool, tardaba cada vez más en lanzar algo nuevo.
Algo que cada vez más está olvidado excepto por quienes aún somos coleccionistas, es la edición en CD que está llena de detalles, haciendo el honor al nombre: hay todo un mar de palabras en distintas tipografías en todo el booklet, que van muy ad hoc con cada canción volviendo más atractiva la propuesta.
Y aunque sonaron sencillos como Judith, The Hollow o 3 Libras, hay otras poderosas razones para seguir escuchando esta producción: Rose, Breña, Magdalene, Orestes, Renholdër, Thomas o Thinking Of You.
Tristemente no hubo un disco que superara esta joya. Los siguientes dos si bien no estuvieron al nivel, le dieron continuidad a la banda. Pero el más reciente, apenas lanzado hace unos años no hace justicia en lo más mínimo, intentaron parecer 30 Seconds To Mars y eso es muy grave. Aquí queda el legado.
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