Por: Álvaro Fong
-Para los amantes del metal progresivo siempre es un suceso un nuevo disco de James Labrie, el vocalista de Dream Theater. Las razones son simples: en dicha banda James Labrie participa poco en el proceso compositivo, que está monopolizado por John Petrucci y un poco por Jordan Rudess. James está acostumbrado a cantar las letras del guitarrista, y si bien es parte fundamental de la banda, el rumbo creativo no lo decide él, además de que cada día es más grande la legión de haters que lo quieren fuera de la banda.
Beautiful Shade of Grey es el más reciente disco de estudio del vocalista canadiense, que a lo largo de su carrera, ha sacado producciones bajo su propio nombre o el de la banda Mullmuzzler, cuyo único disco llamado Keep It to Yourself fue editado en 1999. Y qué difícil debe ser sacudirse la influencia de Petrucci, Rudess, Myung y Mangini y hacer algo medianamente valorado por los seguidores de Dream Theater.
¿Y qué creen? Esta vez lo consigue, porque Labrie se ha atrevido a sacar un disco muy íntimo, tremendamente personal, tan alejado del metal progresivo que amamos los que amamos a Dream Theater y se ha concentrado en un álbum acústico casi en su totalidad. De acuerdo a su disquera “este nuevo esfuerzo lo ve en una nueva maduración, pérdidas, una mirada a las relaciones complejas y lo más importante, la siempre ardiente pasión de James por la música”.
Apenas llevaba tres canciones de este álbum y ya me estaba desgarrando por dentro. El manejo de sus guitarras acústicas es excelso. Tal vez nada tenga que ver, pero el solo de guitarra acústica en Give and Take me recordó a los requintos del maestro Chamín Correa. Una fabulosa experimentación.
Esta asociación musical de Labrie comenzó hace poco más de una década cuando el vocalista conoció al bajista de la banda británica Eden’s Curse y participó en su canción No Holy Man. Tuvieron que pasar 10 años para que se volvieran a encontrar en un aeropuerto y por fin se decidieran a hacer realidad la idea de trabajar en algo juntos. Y el resultado es hermoso: uno de los mejores discos acústicos de este año, lleno de matices, coros, violines, atmósferas y un James Labrie que se nota muy cómodo.
No sé si es mi imaginación, pero en las canciones de Dream Theater siento a James un poco rebasado. Es tanto el virtuosismo y la necesidad de darse a notar de sus compañeros, que el vocalista es “sólo una pieza más”. En este Beautiful Shade of Grey las canciones parecen hechas específicamente para James las cante a gusto, sin esforzarse, dejándose fluir. Complementan la banda el ya citado Paul Logue en el bajo, Marco Sfogli en la guitarra, Christian Pulkkinen en los teclados y Chance Labrie en la batería.
Sé que muchos fanáticos de Dream Theater odiarán este disco. No hay guitarras poderosas, no es pesado. Es como el Unplugged que ninguna banda de metal progresivo grabará para MTV. Y sin embargo agradezco con el alma que James y compañía se atrevan a fracasar, porque creo que no tendrá gran repercusión esta obra, pero es algo que tenían que sacar sí o sí. Y ah, incluye un cóver a Led Zepellin de Ramble On. Bien logrado, aunque sabemos que James Labrie no es Robert Plant.
Pero bueno, que vengan las baladas a montones. Te quiero James. No me hagas un hijo porque ya estoy grande.
James Labrie - Beautiful Shades Of Grey
InsideOut Music / 2022
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