Sin duda Ágora es una de las bandas más poderosas y persistentes de la escena mexicana. Este disco confirma sus ganas de mantenerse vigentes.
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Ágora - Imperio
2020 / Intolerancia
Ya tenía bastante tiempo tenía sin escuchar a Agora, y resulta que con Imperio retoman el sonido más puro y duro que los ha caracterizado, pero con una intensidad y crudeza que no había percibido antes. Probablemente como resultado de diversas experiencias vividas en estos años, pero sin duda es agradable este regreso a la música. ¿Se dan cuenta que estamos ante el que probablemente sea su mejor disco hasta la fecha?
¿Qué se necesita para destacar como banda de metal en México? Quizá mucho, quizá poco, quizá todo. Pero es un hecho que dentro del top 10 de bandas nacionales de toda la historia en nuestro país, Ágora tendría que estar. Su metal progresivo, con ciertos tintes de heavy, ya le tiene un lugar asegurado en esta escena, incluso más allá de la música: por su persistencia en este negocio. Eso no cualquiera.
Pero fuera de eso, sus discos son bien producidos, buscando retratar en todo momento lo que sienten como banda, en su marco, que en este caso sería la música. Y nosotros colgamos el cuadro en el lugar donde siempre recordamos esas experiencias, que son tan semejantes a las nuestras.
A pesar de los años y contrario a lo que se piense, su sonido se enriquece con cada producción, llevándolo al siguiente nivel y creando nuevas atmósferas que, por lo menos para ellos, son nuevas y significan el principal motor de la banda: explorar nuevos horizontes dentro de lo que hacen debería ser una verdadera hazaña. Hasta para AC/DC.
Por eso, en Imperio, encontramos canciones potentes y vertiginosas como Soy Veneno, u otras más introspectivas como Realidad Virtual. El tiempo no es inconveniente en otros cortes como Donde El Honor Termina o Infinito. Además de que el sonido progresivo se mantiene vivo en Imperio, Muerte Por Vida y En Nombre De La Drstrucción.
Los riffs característicos permanecen, pero los solos de guitarra siguen siendo alucinantes, y se complementan muy bien con los imparables bajos y las baterías atronadoras, ubicadas a muy buen tiempo. Va a pasar otro rato sin un disco de Ágora, seguramente, pero deben saber que cuando esta banda lanza algo nuevo es necesario escucharlo para entender una parte de la escena del metal en México. Y su evolución.
Ya tenía bastante tiempo tenía sin escuchar a Agora, y resulta que con Imperio retoman el sonido más puro y duro que los ha caracterizado, pero con una intensidad y crudeza que no había percibido antes. Probablemente como resultado de diversas experiencias vividas en estos años, pero sin duda es agradable este regreso a la música. ¿Se dan cuenta que estamos ante el que probablemente sea su mejor disco hasta la fecha?
¿Qué se necesita para destacar como banda de metal en México? Quizá mucho, quizá poco, quizá todo. Pero es un hecho que dentro del top 10 de bandas nacionales de toda la historia en nuestro país, Ágora tendría que estar. Su metal progresivo, con ciertos tintes de heavy, ya le tiene un lugar asegurado en esta escena, incluso más allá de la música: por su persistencia en este negocio. Eso no cualquiera.
Pero fuera de eso, sus discos son bien producidos, buscando retratar en todo momento lo que sienten como banda, en su marco, que en este caso sería la música. Y nosotros colgamos el cuadro en el lugar donde siempre recordamos esas experiencias, que son tan semejantes a las nuestras.
A pesar de los años y contrario a lo que se piense, su sonido se enriquece con cada producción, llevándolo al siguiente nivel y creando nuevas atmósferas que, por lo menos para ellos, son nuevas y significan el principal motor de la banda: explorar nuevos horizontes dentro de lo que hacen debería ser una verdadera hazaña. Hasta para AC/DC.
Por eso, en Imperio, encontramos canciones potentes y vertiginosas como Soy Veneno, u otras más introspectivas como Realidad Virtual. El tiempo no es inconveniente en otros cortes como Donde El Honor Termina o Infinito. Además de que el sonido progresivo se mantiene vivo en Imperio, Muerte Por Vida y En Nombre De La Drstrucción.
Los riffs característicos permanecen, pero los solos de guitarra siguen siendo alucinantes, y se complementan muy bien con los imparables bajos y las baterías atronadoras, ubicadas a muy buen tiempo. Va a pasar otro rato sin un disco de Ágora, seguramente, pero deben saber que cuando esta banda lanza algo nuevo es necesario escucharlo para entender una parte de la escena del metal en México. Y su evolución.
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