El tributo perfecto no exis...
Día 150 de #EscucharUnDiscoDiario #PorqueLaMusicaImporta #366Discos
Varios Artistas - Un Tributo
1998 / BMG-Ariola
Eran los 90 y apenas tenía unos años que el rock mexicano tenía una nueva y resplandeciente nueva etapa -hay quienes lo niegan, es más, ya no le hagan caso a Hugo García Michel-, todas las alternativas para difundir su música eran bienvenidas. Todavía hoy día, ¿cierto? Pues luego de que la primera mitad de los 90 la música anglo mostrara que los soundtracks, música inspirada en series o películas y los tributos fuera una nueva vía para mostrar nueva música y dar a conocer propuestas, para la segunda parte de esa década México ya mostraba interés en entrarle de lleno. Las disqueras trasnacionales hicieron su agosto con varios, pero el que más destacó -todavía hoy día lo hace- es el tributo a José José.
No hay un homenaje a otro artista que destaque tanto, que tenga tanta luz o sea del todo conocido como este. Ni Pedro Infante, ni Bronco, ni Juan Gabriel, , ni Rigo Tovar, ni los discos de duetos ni los Primera Fila ni ningún otro concepto merece los aplausos como este. y le tocó al rock rendir homenaje al Príncipe de la Canción. Pudo ser otro género, pero se la ganó este.
Las bandas incluidas son de las más importantes en la escena hoy día -estén activas o no- ya dejaron un camino marcado, escuela, o influencia en muchas bandas de hoy. Y este tributo sirvió para sentar las bases en cómo deberían hacerse a posteriori, o en su defecto, cómo hacer un buen cóver. Ejemplos más, ejemplos menos, Mi Vida de DLD es el que más resalta desde entonces.
El éxito de este tributo sorprendió a la industria a tal grado al no poder igualar el éxito de éste hubo necesidad de hacer otro, con bandas más recientes. Ahí viene incluida la de DLD. Para bien o para mal (porque estoy seguro que a muchos no les gustan las bandas de antaño incluidas aquí, que a quienes se quedaron atrapados en los 90 no les gustó este otro nuevo, y a los bohemios de hueso colorado no gustaron nunca de estas dos producciones), este homenaje pasó a la posteridad como un documento sonoro que mostraba a artistas de moda y a uno que otro talento nuevo, como fue el caso de Jumbo.
Además de los regios figuraron Molotov (Payaso), El Gran Silencio (Lo Que Un Día Fue No Será), La Lupita (Gavilán O Paloma), Maldita Vecindad (Lo Pasado, Pasado), Julieta Venegas (El Triste), Moenia (Volcán), Café Tacvba (Una Mañana), Azul Violeta (Amar Y Querer) entre otros. Leonardo de Lozzanne le entró sin Fobia y Beto Cuevas sin La Ley. Nunca he dejado de preguntarme ¿qué hubiera pasado si Jaguares, La Barranca, Jaime López, Ely Guerra, Los Estrambóticos o hasta Aterciopelados y Babasónicos le hubieran participado? Siempre que escuhas un disco tributo sientes que alguien faltó.
Sigue siendo un álbum maravilloso, nostálgico hoy como lo era entonces, lleno de amor, desilusión y alegría. No importa lo que sucedió después con el Príncipe, su obra es nuestra. Y no importa cuántos hijos ocultos tenga o tributos salgan, todos serán palomas ante este gavilán.
Eran los 90 y apenas tenía unos años que el rock mexicano tenía una nueva y resplandeciente nueva etapa -hay quienes lo niegan, es más, ya no le hagan caso a Hugo García Michel-, todas las alternativas para difundir su música eran bienvenidas. Todavía hoy día, ¿cierto? Pues luego de que la primera mitad de los 90 la música anglo mostrara que los soundtracks, música inspirada en series o películas y los tributos fuera una nueva vía para mostrar nueva música y dar a conocer propuestas, para la segunda parte de esa década México ya mostraba interés en entrarle de lleno. Las disqueras trasnacionales hicieron su agosto con varios, pero el que más destacó -todavía hoy día lo hace- es el tributo a José José.
No hay un homenaje a otro artista que destaque tanto, que tenga tanta luz o sea del todo conocido como este. Ni Pedro Infante, ni Bronco, ni Juan Gabriel, , ni Rigo Tovar, ni los discos de duetos ni los Primera Fila ni ningún otro concepto merece los aplausos como este. y le tocó al rock rendir homenaje al Príncipe de la Canción. Pudo ser otro género, pero se la ganó este.
Las bandas incluidas son de las más importantes en la escena hoy día -estén activas o no- ya dejaron un camino marcado, escuela, o influencia en muchas bandas de hoy. Y este tributo sirvió para sentar las bases en cómo deberían hacerse a posteriori, o en su defecto, cómo hacer un buen cóver. Ejemplos más, ejemplos menos, Mi Vida de DLD es el que más resalta desde entonces.
El éxito de este tributo sorprendió a la industria a tal grado al no poder igualar el éxito de éste hubo necesidad de hacer otro, con bandas más recientes. Ahí viene incluida la de DLD. Para bien o para mal (porque estoy seguro que a muchos no les gustan las bandas de antaño incluidas aquí, que a quienes se quedaron atrapados en los 90 no les gustó este otro nuevo, y a los bohemios de hueso colorado no gustaron nunca de estas dos producciones), este homenaje pasó a la posteridad como un documento sonoro que mostraba a artistas de moda y a uno que otro talento nuevo, como fue el caso de Jumbo.
Además de los regios figuraron Molotov (Payaso), El Gran Silencio (Lo Que Un Día Fue No Será), La Lupita (Gavilán O Paloma), Maldita Vecindad (Lo Pasado, Pasado), Julieta Venegas (El Triste), Moenia (Volcán), Café Tacvba (Una Mañana), Azul Violeta (Amar Y Querer) entre otros. Leonardo de Lozzanne le entró sin Fobia y Beto Cuevas sin La Ley. Nunca he dejado de preguntarme ¿qué hubiera pasado si Jaguares, La Barranca, Jaime López, Ely Guerra, Los Estrambóticos o hasta Aterciopelados y Babasónicos le hubieran participado? Siempre que escuhas un disco tributo sientes que alguien faltó.
Sigue siendo un álbum maravilloso, nostálgico hoy como lo era entonces, lleno de amor, desilusión y alegría. No importa lo que sucedió después con el Príncipe, su obra es nuestra. Y no importa cuántos hijos ocultos tenga o tributos salgan, todos serán palomas ante este gavilán.
Comentarios
Publicar un comentario