-Considero una fortuna cuando las bandas y artistas se permiten fluir y escapar de sus propias jaulas, cuando entienden que la creatividad se expande al quitar barreras, pues la libertad se transmite, y normalmente los resultados son satisfactorios. Pienso que este nivel de madurez está en esplendor con el cuarteto norteamericano Pallbearer, quienes recién sacaron su quinto álbum de estudio Mind Burns Alive, en el que, a mi parecer, muestran una faceta casi casi poética.
Si bien los conocemos por esa esencia doom, ritmos algo lentos pero sonidos poderosos, aquí claro que rescatan sus orígenes, pero los transforman en un álbum divino, donde abundan atmósferas elegantes, pasajes sonoros bellísimos, y escenarios vanguardistas que trascienden hacia el progresivo con guiños al jazz y al ambient. Un trabajo excelso y emocionante dividido en seis tracks que brindan un viaje sonoro de 50 minutos.
El álbum abre con When The Light Fades, el mismo título nos adelanta que existe una dosis de melancolía inherente en la música de Pallbearer, la voz de Brett Campbell es desgarradora, emocional y bella al mismo tiempo, y es maravillosamente acompañada por las guitarras de Devin Holt, un sutil pero exquisito uso de sintetizador que da color a ciertos pasajes, así como la siempre competente base rítmica que Joseph Rowland en bajo y Mark Lierly en batería añaden. Es hermoso cómo la parte final se vuelve aún más emocional. El track homónimo, Mind Burns Alive, muestra una cara un poco más pesada y si quieren, más allegada al doom; el bajo más ponchado y distorsionado le da un toque bien interesante, pero las guitarras son quienes nos brindan esa hipnosis de la que de repente, no podemos escapar. Pero, ¿qué creen?, eso se desvanece después de un minuto y medio, pues la rola hace un cambio brusco y ofrece un pasaje súper delicado, tranquilo, que funciona como preámbulo de posteriores cambios de humor, intensidad y sonido, que culminan con un maravilloso pasaje emocional donde las guitarras nos llevan al cielo.
Signals trae tristeza y melancolía esparcidos a través de un sonido slowcore, de repente cuando meten los sintes se crean atmósferas un poquito más brillantes, pero apuesto que si cierran los ojos mientras escuchan los primeros tres minutos, quizá alguna lagrimita amenace con caer. Ya después el sonido más fuerte (sin dejar de ser melancólico) nos abraza, donde el papel de la voz de Campbell es crucial para darnos duro en el alma.
Este álbum tiene una joyita bien especial titulada Endless Place, cuyos más de 10 minutos refuerzan lo que comenté al principio, que el cuarteto se nota libre de barreras y con una creatividad sin límites que da dividendos positivos. Guitarra acústica para introducir la pieza, un sonido sutil y algo ambiental que de repente se ve interrumpido por el sonido lento y crudo de las cuerdas eléctricas, la emotiva voz y un sublime trabajo de batería donde Lierly mete diversas figuras en cada vuelta. Al quinto minuto hay una pausa, el sonido nos da algo de paz y calma, nos acaricia por un instante, solo para avisarnos que nos espera una nueva explosión. Aunque creo que el clímax viene por ahí del minuto 7 cuando aparece el sax invitado que Norman Williamson toca de una manera bien evocativa que nos llega hasta las entrañas, aunque comienza ligero, con los segundos despide sustancias coloridas y potentes que van de la mano con los demás músicos, provocando un éxtasis que no se vive en otro momento del álbum. Me emocioné, lo sé, pero es que es un track sobresaliente.
El slowcore regresa en el inicio de Daybreak, cuyo ritmo se mantiene lento y melancólico durante la mitad del tema; en mi primera escucha sentí que después del vendaval emocional de la pieza anterior, aquí nos daban un bajonsote medio fuera de lugar, pero al escuchar la parte medular que se torna más en esa vena doom/prog, entiendo bien el papel que juega, y el ensamblaje es bellísimo. Finalmente la banda nos deleita con una pieza de 10 minutos llamada With Disease, donde claro que se refleja el sonido característico de la banda, donde a pesar de evidenciar ciertos colores grises llenos de melancolía, son capaces de sacarles brillo y producir sensaciones emotivas. Aquí, por si fuera poco, nos regalan un poderoso final para un maravilloso álbum.
Bueno, creo que no oculto mi gusto por este disco, y sí, no dudo en decir que es de mis súper favoritos de esta primera mitad del 2024, así que les invito a que le den su merecida escucha, ojalá les impacte tanto como a mí.
Pallbearer – Mind Burns Alive
Nuclear Blast / 2024
Comentarios
Publicar un comentario