Por: Álvaro Fong Varela
Si bien en México cantaban acerca de sus vivencias y la dificultad de crecer en este país, al llegar a Estados Unidos se vieron como inmigrantes, latinos y ajenos a su cultura de origen y eso les dio nueva inspiración. Porque es extraño, pero uno se puede sentir más mexicano fuera de México. La Flecha, increíblemente, es el álbum número 14 de Kinto Sol. Una producción que viene después de temas populares como La Sangre Nunca Muere, Hecho en México y Raza es Raza.
Kinto Sol muestra una madurez interesante. Han llegado a ese punto donde se pueden considerar a sí mismos como un concepto, un llamado de la raza mexicana de herencia prehispánica y que busca hacerse un lugar en el país vecino y que han comprado con todo el sueño americano: la posibilidad de tener éxito gracias al trabajo duro.
Un álbum más etéreo que algunos que han sacado antes. Probablemente le han abierto la puerta a las influencias trap, tan de moda en estos años, pero eso sí, sin llegar al reggaetón. Las letras se oyen nostálgicas. La familia sigue siendo centro de su lírica, una tristeza y sufrimiento de los cuales se sienten orgullosos. Sí, esa extraña costumbre mexicana de ensalzar el dolor personal y las tribulaciones de la vida que nos han dado motivos para cantar.
Pocas capas de sonido, un hip hop minimalista que tiene matices de discurso. Se agradece que no canten acerca de chichis y nalgas y mejor le agradezcan a la abuela, a Dios, a la vida, a la familia y a haber nacido mexicano. Un rap de conciencia, para ponerle atención a las letras y sentirlo de manera diferente. Temas tranquilos y parsimoniosos que se antojan atrevidos ante la ola de canciones llenas de malas palabras. Kinto Solo sigue siendo una excelente alternativa para quienes busca encontrar el lado B del hip hop.
Gracias, otra vez se lucieron. Amé la letra romántica de No Hay Razón, la nostalgia de Mi Abuelita, la cantinesca Brindemos por Ellas y la animosa Buscar la Manera. Un álbum maduro a cargo de una agrupación consolidada.
Comentarios
Publicar un comentario