Por: Iván Cigarroa
-De Pixies no hay mucho qué decir. Y está bien, porque no necesariamente se tiene qué decir algo de ellos, excepto, claro, cuando hay un álbum nuevo. Lo importante es saber que una de las bandas más propositivas del indie rock sigue vigente, sigue presente, permanece el interés de grabar un disco y mantenerse activos como grupo haciendo lo que más les gusta.
En este punto de su carrera, seguir explorando y componiendo es un acto de verdadera insurgencia, Pixies desde sus inicios se ha caracterizado por expresar su sentir por la vida a través de canciones llenas de surf y post punk que le darán un gran renombre.
Doggerel es una colección de canciones con el sonido clásico de la banda: coros digeribles fáciles de recordar, riffs lentos, baterías precisas y bajos puntuales. No parece nada del otro mundo, pero si escuchas bien, hay más de lo que suena en apariencia, pero debes escuchar con calma para encontrar todo ese mundo de sonidos incluidos.
Esa parte es genial, aun cuando al final siga siendo un álbum con el sonido clásico de Pixies. Esa capacidad de crear melodías pop sigue intacta y suena mejor en esta ocasión que en su disco anterior, Beneath The Eyrie, donde parecían haber perdido el rumbo. En Doggerel, sin ser el disco que los vuelva a encumbrar como en sus inicios, logran recuperar el rumbo establecido desde su regreso.
Eso se nota en piezas como There's a Moon On, Haunted House, Nomatterday o Who's More Sorry Now, que conservan el espíritu de sus primeros discos con un aire fresco. Otras como You're Such A Sadducee, The Lord Has Come Back Today y Dregs Of The Wine muestran atisbos de experimentación, las ganas siguen ahí. Pero es Vault Of Heaven el single que resume todo el presente de Pixies: el sonido clásico y actual en un solo tema, las ganas de seguir creando canciones, grabar discos y mostrarlas en sus presentaciones.
Sin duda Doggerel es de los mejores discos que han lanzado desde su regreso, quizá la pandemia sirvió para replantear el camino, o quizá solo fluyeron mejores ideas en esta ocasión. Lo cierto es que estamos ante una banda que se niega a vivir de sus viejas glorias y prefiere seguir proponiendo y creando. Y sí, sin saludos, Caifanes.
BMG / 2022
Comentarios
Publicar un comentario