Sea buen disco o no, King Animal queda como el documento que cerró el ciclo de una de las bandas más prolíficas de Seattle.
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Soundgarden - King Animal
A 13 años de haberse separado, el primero de enero de 2010 Chris Cornell anunció desde su cuenta de Twitter el regreso de Soundgarden, y lo hicieron celebrándolo con un disco de éxitos que incluía un nuevo tema de la época del Badmotorfinger. Todo bien, pero necesitábamos música nueva. Pasaba el tiempo y no sucedía gran cosa con la banda hasta que se dio a conocer que interpretarían el tema principal de la película Avengers y algunos meses después, a 15 años de su separación, llegó King Animal.
Este disco supone un regreso al sonido crudo de la banda, pero no al de los inicios, sino al que pudimos apreciar en Down On The Upside, con música compuesta por la banda pero con letras de Chris Cornell; es decir, canciones que saben a rock, pero con letras pop que, sin embargo, encajaban muy bien entre sí y con un resultado poco predecible: las canciones no obedecían a lo que el mainstream exigía en la época.
Cuando escuchas el primer tema entiendes que la banda regresa a sus raíces pero no necesariamente a lo que eran en sus inicios. El tiempo había pasado y el cuarteto de Seattle tenía otra mentalidad, ya que cada uno había estado haciendo diferentes cosas en quince años: Chris estuvo con Audioslave y como solista; Matt Cameron era el baterista oficial de Pearl Jam y Kim Thayil y Ben Shepperd de pronto realizaban algunas colaboraciones.
Con todo ese bagaje es fácil entender que Soundgarden no era el mismo de los 90. No era un grupo dedicado a hacer baladas como muchos otros, sin embargo el sonido oscuro ya no prevalecía en la banda a pesar de que todavía quedaba algo de ello. La voz de Chris aún sonaba con potencia y ofrecía excelentes momentos cómo Been Away Too Long, A Thousand Days Before, Rowing, Halfway There, y las poderosas Non State Actors y By Crooked Steps daban recuento de las experiencias vividas durante su tiempo separados, pero también una forma de decir "aquí estamos de nuevo".
Probablemente los proyectos solistas y los diferentes compromisos que tenían, hicieron que dos años después anunciaran que iban a tardar en sacar un nuevo disco, no tenían pensado hacerlo pronto y nosotros jamás pensamos que fuera el último debido a la muerte de Chris Cornell en 2017. Fue una forma de terminar con un ciclo, por lo menos para nosotros, con una etapa que en los noventa fue bastante fructífera. No nos quedaron a deber nada. Por lo menos hicieron lo que quisieron en su tiempo como banda y cada quien por separado. King Animal queda como el documento que cerró el ciclo de una de las bandas más prolíficas de Seattle.
Este disco supone un regreso al sonido crudo de la banda, pero no al de los inicios, sino al que pudimos apreciar en Down On The Upside, con música compuesta por la banda pero con letras de Chris Cornell; es decir, canciones que saben a rock, pero con letras pop que, sin embargo, encajaban muy bien entre sí y con un resultado poco predecible: las canciones no obedecían a lo que el mainstream exigía en la época.
Cuando escuchas el primer tema entiendes que la banda regresa a sus raíces pero no necesariamente a lo que eran en sus inicios. El tiempo había pasado y el cuarteto de Seattle tenía otra mentalidad, ya que cada uno había estado haciendo diferentes cosas en quince años: Chris estuvo con Audioslave y como solista; Matt Cameron era el baterista oficial de Pearl Jam y Kim Thayil y Ben Shepperd de pronto realizaban algunas colaboraciones.
Con todo ese bagaje es fácil entender que Soundgarden no era el mismo de los 90. No era un grupo dedicado a hacer baladas como muchos otros, sin embargo el sonido oscuro ya no prevalecía en la banda a pesar de que todavía quedaba algo de ello. La voz de Chris aún sonaba con potencia y ofrecía excelentes momentos cómo Been Away Too Long, A Thousand Days Before, Rowing, Halfway There, y las poderosas Non State Actors y By Crooked Steps daban recuento de las experiencias vividas durante su tiempo separados, pero también una forma de decir "aquí estamos de nuevo".
Probablemente los proyectos solistas y los diferentes compromisos que tenían, hicieron que dos años después anunciaran que iban a tardar en sacar un nuevo disco, no tenían pensado hacerlo pronto y nosotros jamás pensamos que fuera el último debido a la muerte de Chris Cornell en 2017. Fue una forma de terminar con un ciclo, por lo menos para nosotros, con una etapa que en los noventa fue bastante fructífera. No nos quedaron a deber nada. Por lo menos hicieron lo que quisieron en su tiempo como banda y cada quien por separado. King Animal queda como el documento que cerró el ciclo de una de las bandas más prolíficas de Seattle.
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