La venganza y el odio nunca fueron tan venerados como en este disco.
Día 199 de #EscucharUnDiscoDiario #PorqueLaMusicaImporta #366Discos
Eminem - The Marshall Mathers LP
2000 / Aftermath / Interscope
Para el momento en que este disco salió todavía era costumbre escribir líricas polémicas. Bien le dice Paul Rosenberg, su manager, en el disco. Todos hablan de chicas, riqueza y poder, él habla de putas, homosexualidad y drogas. En cierto modo, la cuna de Marshall Mathers era esa y quedaba claro lo poco que se identificaba con las aspiraciones de otros raperos, pero para este disco, hablar de esos y otros temas era una necesidad que rayaba en la locura...
Todo el resentimiento guardado por años quedó plasmado aquí. En sus letras humilla a quienes lo criticaron y hablaron mal de él desde su primer disco; expresa su odio a su madre y simula un feminicidio con su ex esposa Kim; critica a la industria musical y tacha de cobardes a la comunidad homosexual.
Obviamente en algún momento todo esto iba a explotar y durante la promoción recibió duras críticas, pero solo sirvieron para que vendiera más. Las colaboraciones tambien coadyuvaron a posicionarlo fuertemente, impulsando también la tendencia del hip hop a incluir colaboraciones de distintos ámbitos y géneros. Misma que años después retomaría el pop, el trap y el urbano.
Eminem se volvió una clase de héroe para las clases bajas. Criticar todo lo que despreciaba desde su barrio se volvió su modo de vida, aunque 10 años después eso que criticaba se volviera su nuevo modo de vida. Era un rapero blanco con talento, no como Vanilla Ice, que llamaba la atención en todos los ámbitos musicales y que en la pasada entrega del Oscar -extrañamente en esa premiación- finalmente se le reconociera su talento.
Dido en Stan, Sticky Fingaz y RBX en Remember Me?; D12 en Under The Influence; Snoop Dogg, Dr. Dre, Xzibit y Nate Dogg en Bitch Please II; y Bizarre en Amityville son los invitados en esta producción que además incluye otras grandes canciones como Criminal, I'm Back, Kim, Kill You, The Way I Am o The Real Slim Shady.
El sentido oscuro, depresivo y resentido predomina en todo el disco; nadie se salvó de ser criticado. De alguna forma Eminem materializó aquí sus pensamientos más perversos, revelando todo lo que sentía desde tiempo atrás. Me queda claro que en algún punto de su vida el hip hop lo salvó y que de no haber sido así habría sido un asesino o psicópata. Estados Unidos habría perdido a un genio musical y el mundo a un gran rapero. Tal vez después de eso no tuvo el mismo éxito que hasta secuela le hizo a este disco, pero por lo menos se ha mantenido activo, a diferencia de otros como Coolio o Cam'ron, que no han hecho gran cosa de su carrera. Eminem ha llegado más lejos que cualquier otro rapero y hoy día no se le puede negar el peso que tiene en la industria musical.
Para el momento en que este disco salió todavía era costumbre escribir líricas polémicas. Bien le dice Paul Rosenberg, su manager, en el disco. Todos hablan de chicas, riqueza y poder, él habla de putas, homosexualidad y drogas. En cierto modo, la cuna de Marshall Mathers era esa y quedaba claro lo poco que se identificaba con las aspiraciones de otros raperos, pero para este disco, hablar de esos y otros temas era una necesidad que rayaba en la locura...
Todo el resentimiento guardado por años quedó plasmado aquí. En sus letras humilla a quienes lo criticaron y hablaron mal de él desde su primer disco; expresa su odio a su madre y simula un feminicidio con su ex esposa Kim; critica a la industria musical y tacha de cobardes a la comunidad homosexual.
Obviamente en algún momento todo esto iba a explotar y durante la promoción recibió duras críticas, pero solo sirvieron para que vendiera más. Las colaboraciones tambien coadyuvaron a posicionarlo fuertemente, impulsando también la tendencia del hip hop a incluir colaboraciones de distintos ámbitos y géneros. Misma que años después retomaría el pop, el trap y el urbano.
Eminem se volvió una clase de héroe para las clases bajas. Criticar todo lo que despreciaba desde su barrio se volvió su modo de vida, aunque 10 años después eso que criticaba se volviera su nuevo modo de vida. Era un rapero blanco con talento, no como Vanilla Ice, que llamaba la atención en todos los ámbitos musicales y que en la pasada entrega del Oscar -extrañamente en esa premiación- finalmente se le reconociera su talento.
Dido en Stan, Sticky Fingaz y RBX en Remember Me?; D12 en Under The Influence; Snoop Dogg, Dr. Dre, Xzibit y Nate Dogg en Bitch Please II; y Bizarre en Amityville son los invitados en esta producción que además incluye otras grandes canciones como Criminal, I'm Back, Kim, Kill You, The Way I Am o The Real Slim Shady.
El sentido oscuro, depresivo y resentido predomina en todo el disco; nadie se salvó de ser criticado. De alguna forma Eminem materializó aquí sus pensamientos más perversos, revelando todo lo que sentía desde tiempo atrás. Me queda claro que en algún punto de su vida el hip hop lo salvó y que de no haber sido así habría sido un asesino o psicópata. Estados Unidos habría perdido a un genio musical y el mundo a un gran rapero. Tal vez después de eso no tuvo el mismo éxito que hasta secuela le hizo a este disco, pero por lo menos se ha mantenido activo, a diferencia de otros como Coolio o Cam'ron, que no han hecho gran cosa de su carrera. Eminem ha llegado más lejos que cualquier otro rapero y hoy día no se le puede negar el peso que tiene en la industria musical.
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