Por: Iván Cigarroa
7 de mayo de 2017
¡Auxilio! Lo que acabo de presenciar no me dejará dormir por mucho tiempo.
Los vecinos de arriba hacen "mucho ruido". Eso ya lo he platicado. Normalmente "su númerito" comienza a notarse cuando gimen y golpean -con cierto ritmo, claro- la cama en la pared. Hace unos minutos se escuchaba igual que siempre: los jadeos, el ritmo, los golpes...
Pero de pronto, los golpes comenzaron a ser más violentos, los jadeos se convirtieron en gritos de dolor; el sonido de los golpes aumentaba. ¿Qué pasa ahí arriba? Es decir, sí se lo que pasa arriba, pero no entendía porque de pronto las cosas se tornaron tan violentas. Seguro todos los vecinos reclamarían, sobre todo los del piso en el que habitan. En este punto los gritos eran guturales, algo ya difícil de ignorar. Así que decidí hacer lo que hace mucho debía: pedirles que se callaran. Ojalá no lo hubiera hecho...
Me levanté de mi cama, me puse una chamarra y salí del cuarto. En ese momento escuché que algo se rompió. Lo extraño es que parecía cuando se te cae una sandía, una calabaza. Ese sonido acuoso y hueco tras el golpe es lo más parecido a lo que escuché. Todo esto, hasta este punto, había ocurrido en solo 5 o 6 minutos.
Salí. Ya no podía esperar más. Además me sacó de onda ese sonido extraño. Al salir tuve que quitar la llave. Menciono esto porque al hacerlo hace ruido y a esta hora ya todos están acostados, y aunque creía que todos los vecinos estaban afuera, no había una sola alma. Estaba yo solo en los pasillos con la luz difusa que demuestra que los administradores no han cambiado los focos del edificio.
Así las cosas subí al siguiente piso para reclamar. Las escaleras dan directamente a la puerta de su departamento, y yo, justo al momento de abordarlas, iba decidido a reclamar, hacerme de palabras, incluso si fuera necesario llegar a los golpes, con tal de que dejaran de hacer tanto ruido. Somos libres de coger, pero me parece ridículo tanto ruido.
Mis pensamientos fueron interrumpidos al subir el primer escalón: la puerta del departamento 501 estaba abierta. Pero eso no era lo aterrador.
No se se mi vista no dio para más, si el horror que sentí en el momento no me permitió apreciar todo el cuadro infernal que tenía frente a mi, o si es cierto lo que estoy contando, pero alcancé a ver en el umbral de la puerta la silueta del vecino semi encorvado, asemejando la forma en que un hombre primitivo solía estar de pie hace millones de años. Supongo que estaba totalmente desnudo, aunque no puedo confirmar ese dato ya que la luz de su departamento estaba apagada y la del pasillo estaba fallando, extinguiéndose. Respiraba bastante fuerte, ya que logré escucharlo 15 escalones abajo, y por momentos balbuceaba, como si no supiera hablar. Su barba es larga, pero a pesar de la oscuridad alcanzaba a distinguirse, por todos esos detalles es que lo comparo con un hombre primitivo, pero les juro, en este momento que les cuento, no se qué era.
Este hombre comenzó a caminar, bajó las escaleras de forma brusca, y antes de regresar a mi departamento alcancé a ver que arrastraba algo, aparentemente pesado, solo con su mano derecha. Conforme se acercaba a la poca luz logré constatar que sí era el vecino. Mientras yo retrocedía me preguntaba por qué nadie salía o se asomaba. Incluso miré las puertas para ver si alguien abría, pero no. Entonces decidí meterme a mi departamento y me asomé desde el ojo de la puerta.
Ya desde ahí constaté el horror que estaba viviendo, pero ahora me sentía seguro desde adentro. Lo peor no es haberlo visto, ni mucho menos que tuviera ese aire cavernícola en su ser. No. Lo que me dejó helado fue verlo caminar de esa forma tan bestial arrastrando a su esposa. O por lo menos eso que llevaba debía serlo, o era. ¿Cómo podría saberlo? Si la cabeza estaba totalmente reventada y el camino lleno de sangre. Entonces recordé ese golpe extraño que escuché minutos antes, de sonido acuoso y hueco.
Y concluí que debía ser su cabeza rompiéndose contra el muro.
¿Qué podía hacer?
Esto acaba de pasar...
😱
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